Lilia Novillo presentó la renuncia al Superior Tribunal de Justicia
La actual presidenta de la Corte anunció que el lunes formalizó la presentación de la renuncia al cargo.
El segundo paso de Lilia Ana Novillo por el Poder Judicial se extendió cuatro años y casi un mes. Había asumido el 11 de mayo de 2016, después de haber renunciado un año antes para ser la candidata de Alberto Rodríguez Saá en las PASO del PJ para intendente de la ciudad de San Luis. Aquella parada la perdió ante un joven, el actual diputado de Avanzar, Gastón Hissa.
Esta tarde anunció que el lunes entregó el texto de la dimisión al ministro de Justicia, Seguridad, Gobierno y Culto, Fabián Filomena a quién le pidió que “no hiciera la difusión”.
Novillo llamó a conferencia de prensa en medio de una jornada de rumores que inicialmente indicaban que su par Carlos Cobo, había presentado la renuncia. Después las especulaciones tomaron más cuerpo y consignaban que la Corte quedaba descabezada porque Raquel Corvalán también se iba.
“No he presentado ninguna renuncia”, respondió tajante Cobo en las primeras horas de la tarde a El Chorrillero para poner freno a la usina de rumores.
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Carlos Cobo: “No he presentado ninguna renuncia”
La histórica dirigente Justicialista tiene una dilatada trayectoria política en los gobiernos de Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. Una funcionara de absoluta confianza de ambos. Además fue dos veces diputada provincial e integrante del Tribunal de Cuentas.
Pasadas las 17, Novillo se sentó frente a los periodistas y comenzó a explicar los motivos que la llevaron a tomar la decisión. Contó que la renuncia la había presentado el lunes, y pidió que por el momento no se comunicara.
“Me sentí en la obligación de hacer esto, a partir de las noticias que no eran ciertas que decían, en Villa Mercedes, que el doctor Cobo había renunciado. Me siento responsable de eso”, comenzó diciendo en la conferencia de prensa.
“En mi época me enseñaron a hacer las cosas de forma tal que yo dirigía hacia abajo, daba instrucciones y todo seguíamos adelante. Resulta que ahora esto no está funcionando, parece que el mundo que yo viví se está cayendo a pedazos y está surgiendo un nuevo mundo”, dijo en medio de la introducción con la que explicó por qué decidió renunciar.
Señaló que desde hace unos 10 días viene reflexionando con sus pares, sobre una inquietud que pudo profundizar en todos estos meses de teletrabajo, obligados por la pandemia. “En el encuentro con nosotros mismos, alejados de los ruidos, en todo este tiempo empecé a darme cuenta de algo, y es que estamos viviendo en un punto de inflexión de la historia, y en ese punto podemos advertir que ha cambiado y sigue cambiando de manera asombrosamente rápido nuestros hábitos costumbres y forme de encarar las cosas”.
También entendió “por qué se está buscando que los nuevos líderes sean jóvenes”.
“Es tan grande la diferencia de un año para atrás y ahora; el mundo de los objetos que mi generación pensó, pareciera que no es así, y que en realidad el mundo está compuesto por relaciones y no objetos”, agregó.
Consideró que la tecnología y la globalización “nos amontona de una manera tan extraordinaria que tenemos que pensar de otra manera”.
En este contexto, detalló: “Mi generación está a tres o a cuatro de las que están armando nuestro futuro, y por más pilas que le pongamos y toda la disposición en comprender estos cambios, hay cosas que nuestra generación nos impide hacer, porque no podemos cambiar los años”.
Y sostuvo que “este nuevo mundo” necesita que “las nuevas generaciones tomen la gestión en todos los órganos de poder”. Y criticó: “Pero qué pasa en nuestra estructura Argentina, el Poder Judicial es el único poder que no puede cambiar. Miremos la Corte”.
“Acá los jueces nos vamos porque nos morimos o nos hicieron un jury, porque hicimos las cosas mal o por corrupción, y no creo que hayan sacado a un juez por estas cuestiones”, añadió.
En medio de este panorama, dijo que pensó en otra forma de irse: “Dar un paso al costado. Por lo menos en mi concepción, soy Lilia Novillo con cargo o sin cargo. Entonces, ¿por qué me voy a aferrar a un cargo?”.
En otra parte de su diálogo con la prensa opinó que “la gente necesita respuestas que sinceramente no se las vamos a poder dar”.
Más declaraciones:
“A estos impulsos hay que responder rápido, para salir de la zona de confort, y es muy difícil. Piense en los ministros que hemos sido designados por el poder político a diferencia de los jueces que deben rendir para ocupar sus cargos”.
“Los ministros estamos colocados, y estos ministros de los que formo parte y me siento orgullosa, hemos colocado al Poder Judicial de San Luis en unos los mejores puestos del país”.
“El lunes me presenté en gobernación y llevé mi renuncia, y le dije al ministro de Justicia, que no quería que lo difundan, porque el miércoles tenía reunión con mis compañeros y necesitaba saber qué opinan”.
“La justicia tiene que cambiar, renovarse. La cabeza del Superior Tribunal debe renovarse, y celebro que los dos candidatos sean jóvenes. Me siento muy útil, peor no necesariamente tengo que estar acá. Hay que ser por lo menos un factor de cambio, yo en este momento lo soy poniendo a disposición mi renuncia”.
“Por qué uno tiene que aferrarse a las cosas. Tenemos que renacer de cada decisión que se toma o cada lugar que ocupó, sino somos unos entes, y yo no quiero ser un ente. Soy una persona que siempre ha brindado lo mejor y quiero seguir haciéndolo”.
“Hay una cuestión generacional que no vamos a poder eliminar, no so nativo digital, estoy rasguñando para poder estar al tono, tengo 68 años”.
“Ser ministro de la Corte es un gran honor, pero eso no me puede hacer dejar de visualizar el futuro y los jóvenes s que tienen que adecuar y acomodar estas cuestiones”.
“Hay que desprenderse y ser un ejemplo para las nuevas generaciones. Por qué me voy a quedar 80 años”.
“Pretender quedarse aferrada a un sillón cuando uno sabe que vienen tiempos nuevos y que no sabemos si vamos a poder responder, no es bueno, y yo me debo a mis hijos y mis nietos y es lo único que me preocupa”.
“Creo que generacionalmente vamos a tener que hacer otras cosas, son tiempos nuevos y no vamos a poder”.
“Nunca me he querido jubilar de nada, me parece una palabra horrorosa, pero soy feliz sirviendo de alguna manera, como en todos los cargos que he tenido. Nunca me subí al cargo, y mientras mal alto más puedo ayudar, y esa es mi filosofía de vida”.
“Hay que pensar en las nuevas generaciones, no estamos respondiendo como corresponde, por más que nos actualicemos, no alcanzamos, y es muy difícil, tenemos que tener la sabiduría y decencia para hacer un paso al costado y dar lugar a la gente que esté más preparada”.
“No es por una cuestión de título sino por los años que tenemos, y eso hay que privilegiar, porque en definitiva es un servicio a la gente, y cuando deje de serlo no tiene sentido que estemos en ningún lugar”.
“Siempre me gustó ser libre, acá hice lo mejor que pude. Hay que comprender estos tiempos, no es mentira que debemos dar paso a nuevas generaciones. Porque hay cosas que no podemos visualizar, ahora estamos en la época de los jóvenes que tienen pensamientos que no son los nuestros, y hay que tener otra actitud”.
“No puede ser que en el Poder Judicial estemos hasta nos morimos”.